Benedetto erró otro penal, pero Boca se sacó la mufa y volvió a ganar

Boca volvió al triunfo. Después de cinco partidos el Xeneize se quedó con un muy necesario triunfo tras imponerse por la mínima diferencia ante Talleres en La Bombonera. Marcos Rojo, marcó de penal, mientras que Darío Benedetto, volvió a fallar desde los doce pasos.

Poco y nada había transcurrido todavía en la noche del Alberto J. Armando, cuando el xeneize, tuvo una oportunidad inmejorable para ponerse en ventaja. Rafael Pérez, trató de marcar a Benedetto, pero en su intento se terminó llevando la pelota con el brazo por lo que Pablo Dóvalo señaló rápidamente el punto penal.

El Pipa, tuvo la oportunidad de redimirse de lo que habían sido sus disparos ante Corinthians por la Copa Libertadores, pero la suerte volvería a serle esquiva. El delantero, optó por un remate potente al centro del arco, y en esta oportunidad el balón se terminó estrellando en el travesaño ante la mirada estupefacta de los hinchas en las tribunas del estadio. 

Lejos de tener un partido atractivo, el encuentro fue tan parejo como aburrido. Boca, manejó la pelota pero sin lograr ser punzante a la hora de pisar terreno rival. Los volantes no entregaron soluciones cuando tuvieron el elemento en sus pies y los extremos tampoco lograron desequilibrar a un Tallarín que se plantó bien buscando cortar y aprovechar algún contraataque aunque sin mucha eficacia.

Pero el equipo de la ribera, logró cambiar la imagen en la segunda mitad. Con el correr de los minutos se mostró cada vez más ofensivo aunque sin poder trasladar esa intención en acciones concretas de gol. Después de tanta búsqueda el Xeneize tuvo una oportunidad más desde los doce pasos. Pérez, que tuvo una noche para el olvido, llegó tarde a la marca de Benedetto y le metió un fuerte pisotón en el tobillo. Dóvalo, volvió a marcar la pena máxima y expulsó al colombiano, que dejó a la T con 10. En este caso quien se hizo cargo de la ejecución fue Marcos Rojo, que con un disparo rasante al centro del arco logró vencer a Herrera y gritar con alma y vida el 1-0 que se terminaría por mantener hasta el pitazo final.