Papa Francisco: "Ser homosexual no es un delito”

Actualidad 25 de enero de 2023 Por redacción WTF
El pontífice dijo que las leyes que en muchos países criminalizan las relaciones homosexuales son “injustas” y que la Iglesia católica debe trabajar para ponerles fin. También habló de su salud, las críticas y su futuro
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El papa Francisco abordó este martes el controvertido tema de la homosexualidad y la posición de la Iglesia católica al respecto. En diálogo con la agencia Associated Press, abogó por la necesidad de distinguir entre lo que se considera un crimen y un pecado.

 "Ser homosexual no es un delito. No es un delito, pero sí es un pecado. Bien, pero primero distingamos entre un pecado y un crimen. También es pecado faltar a la caridad con el prójimo", aseguró.

 Aunque el sumo pontífice comparte la postura del Vaticano, que considera los actos homosexuales como "intrínsecamente desordenados", califica de "injustas" las leyes que penalizan o criminalizan la homosexualidad en algunas partes del mundo.

Francisco reconoció el apoyo de algunos obispos en diferentes partes del mundo a las legislaciones que van en contra de los derechos del colectivo LGBTIQ+. Atribuyó esa posición a antecedentes culturales e invitó a esos miembros de la Iglesia a pasar por un "proceso de conversión" para que reconozcan la dignidad de todos por igual.

Dios ama a todos sus hijos por igual, recordó el papa, reiterando la necesidad de no marginar y de tratar con respeto a los homosexuales, y de darles la bienvenida a la Iglesia, la cual puede y "debe" trabajar para poner fin a cualquier ley o acto discriminatorio.

 "Todos somos hijos de Dios, y Dios nos ama tal como somos y por la fuerza con la que cada uno de nosotros lucha por nuestra dignidad", concluyó.

Unos 67 países o jurisdicciones de todo el mundo penalizan las relaciones sexuales consensuadas entre personas del mismo sexo y 11 de ellos pueden aplicar o aplican la pena de muerte, según The Human Dignity Trust, que trabaja para acabar con esas leyes. Los expertos señalan que incluso cuando las leyes no se aplican, contribuyen al acoso, la estigmatización y la violencia contra las personas LGBTQ.

 En Estados Unidos, más de una docena de estados aún tiene leyes contra la sodomía, pese a un fallo de 2003 de la Corte Suprema que las declaró inconstitucionales. Los defensores de los derechos LGTBQ dicen que esas leyes anticuadas se emplean para acosar a homosexuales y señalan a nuevas normas como la conocida como “No diga gay” en Florida, que prohíbe la educación sobre orientación sexual e identidad de género entre jardín de infancia y tercer grado, como una prueba de los esfuerzos continuados por marginalizar a las personas LGBTQ.

 Naciones Unidas ha pedido de forma reiterada que se abandonen las leyes que penalizan la homosexualidad y afirma que violan los derechos a la privacidad y a la libertad ante la discriminación, además de incumplir las obligaciones de esos países según el derecho internacional de proteger los derechos humanos de todo el mundo, sin importar su orientación sexual o identidad de género.

 Esas leyes son habituales en África y Oriente Medio y se remontan a la era colonial británica o se ven inspiradas por la ley islámica. Algunos obispos católicos las han defendido con firmeza como consistentes con la doctrina del Vaticano, que considera la actividad homosexual como “intrínsecamente desordenada”, mientras que otros han pedido que se revoquen porque suponen una violación de la dignidad humana fundamental.

 En 2019 se esperaba que Francisco publicara un comunicado contra la criminalización de la homosexualidad durante un encuentro con grupos de derechos humanos que investigaron los efectos de esas normas y de las llamadas “terapias de conversión”.

Salud, críticas y su futuro

 “Estoy bien de salud. Por la edad que tengo, estoy normal. Puedo morir mañana, pero vamos, está controlado”, respondió con su ironía habitual. “Y yo pido siempre la gracia, que el Señor me dé el sentido del humor”.

 También indicó que la diverticulosis, bolsas que se forman en la pared del intestino, había “vuelto”. En 2021 se le extirparon a Francisco 33 centímetros de intestino grueso por lo que el Vaticano describió como una inflación causada por un estrechamiento del colon.

 Añadió que tiene una pequeña fractura en la rodilla por una caída se había curado sin cirugía, tras un tratamiento con láser y magnetoterapia.

 Con respecto a su futuro, tras la muerte del papa Benedicto XVI, su predecesor y que en 2013 se convirtió en el primer pontífice que renunciaba en 600 años, se preguntó a Francisco si hacían falta normas para jubilaciones futuras.

 El papa Francisco dijo que ni siquiera se le ha ocurrido introducir normas para regular renuncias papales futuras, y que continuará mientras pueda como obispo de Roma pese a una oleada de críticas de algunos cardenales y obispos de alto rango.

 “Después de alguna experiencia más, ahí se podría regularizar más o reglamentar más”, señaló. “Pero por el momento no se me ocurrió”.

 En el corto plazo, Francisco recalcó su papel como “obispo de Roma” en contraste con la figura de papa y dijo que sus planes eran “continuar con ser obispo, obispo de Roma y en comunión con todos los obispos del mundo”. Indicó que quería eliminar el concepto del papado como una “corte”.

El papa también abordó las críticas de cardenales y obispos conocidas en las semanas desde la muerte de Benedicto, algo que describió como incómodo, “como la urticaria, que molesta un poquito”, pero que lo prefiere a que se mantengan en silencio.