Cinco personas murieron y otras ocho resultaron heridas en un ataque a tiros, ocurrido hoy en las instalaciones de un banco en el centro de Louisville, Kentucky. Además, al menos ocho personas fueron hospitalizadas y dos se encuentran en estado crítico, en lo que constituye la masacre número 130 de 2023, en un país marcado por los ataques con armas de fuego.

Este ataque ocurre apenas dos semanas después de que un ex alumno mató a tres niños y tres adultos en una escuela cristiana en Nashville, a unos 260 kilómetros al sur.

La policía llegó cuando todavía estallaban disparos en el Old National Bank e intercambió fuego con el agresor, dijo en conferencia de prensa Paul Humphrey, subdirector del Departamento de Policía de Louisville. El asesino era empleado del banco. 

El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, visiblemente conmovido, expresó que perdió amigos en el tiroteo, ocurrido en la calle East Main Street, no muy lejos del estadio Louisville Slugger Field y el parque Waterfront Park.

 “Esto es terrible”, declaró el gobernador. “Tengo un amigo muy cercano que no sobrevivió. Y tengo otro amigo cercano que tampoco sobrevivió. Y uno que está en el hospital y que espero que sobreviva”.

Es la segunda vez que Beshear se ve personalmente afectado por una tragedia masiva desde que es gobernador.

A fines de 2021, uno de los poblados devastados por tornados en Kentucky fue Dawson Springs, el lugar de origen del padre de Beshear, el ex gobernador Steve Beshear. Andy Beshear con frecuencia visitaba Dawson Spring.

Datos del Archivo de Violencia de Armas de Fuego, un centro de investigación sin fines de lucro, muestran que el número de tiroteos masivos ha aumentado significativamente en años recientes. En cada uno de los últimos tres años ha habido más de 600 tiroteos masivos, casi dos al día como promedio.