Murió Mariano Caprarola tras operarse con Aníbal Lotocki: quiénes son sus otras víctimas

Nunca pensás que te va a inyectar muerte”, había declarado Caprarola, días atrás. Los casos de Silvina Luna, Stefy Xipolitakis, Pamela Sosa y Gabriela Trenchi

Espectáculos 18/08/2023 redacción WTF redacción WTF
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La muerte de Mariano Craparola, columnista de La jaula de la Moda , pone de nuevo en agenda la pregunta de todos: ¿Por qué el médico  Aníbal Lotocki no está preso? El panelista tenía solo 49 años y había denunciado las consecuencias de una intervención como lo hizo Silvina Luna, que está en terapia intensiva.

Al igual que Luna, quedó con problemas renales. El lunes había ingresado al Centro Medicus (Azcuénaga 910) y en estas horas había sido intervenido para extirpar unos cálculos renales. Pero se descompensó tras la cirugía y tuvo un shock hemorrágico que desencadenó un paro cardiaco.

Caprarola le había entablado juicio al cirujano. "No puedo ni nombrarlo. Cuando lo menciono, me provoca un dolor tremendo en el alma. Incluso fui garante de su clínica en Belgrano”, había dicho.

 Además, lamentó su decisión de operarse, pero hizo hincapié en la confianza que tenía en Lotocki y el dolor que le provocó su situación: “Hice algo por estúpido, por no pensar las consecuencias; pero nunca pensás que un amigo te va a traicionar como me traicionó, que te va a inyectar muerte”.

 
Silvina Luna y Mariano Craparola no fueron las únicas celebridades que acusaron a Loctocki por mala praxis. Stefy Xipolitakis también lo denunció al médico. En su cuenta oficial de Instagram se solidarizó con Luna: “Le deseo una pronta recuperación”. Y sin nombrarlo, se refirió a Lotocki: “A cualquiera de todas las que pasamos por las manos de ese asesino nos puede pasar lo mismo que le pasa a Silvina, porque tenemos una bomba en nuestro cuerpo”.

Stefy fue intervenida por Lotocki en marzo del 2014. Cuando salió a la luz el caso de la ex Gran Hermano, conversó con su hermana, Vicky Xipolitakis, y tras una serie estudios médicos, concluyeron que en sus cuerpos tenían la misma sustancia tóxica: metacrilato.

Gabriela Trenchi estuvo cuatro meses internada por sufrir complicaciones de salud tras realizarse una operación con Aníbal Lotocki. “Por querer ponerme hilos tensores, terminé viviendo un infierno”, describió en Intrusos, e indicó que estuvo a punto de perder la vida. “En la clínica Los Arcos, donde me atendieron después de la operación, no podía expresarme, no podía moverme, era un vegetal. Pensé en morirme”.

Según precisó, tuvo un cuadro de hipocalcemia (nivel de calcio en la sangre inferior al normal), parálisis y síndrome de Guillain-Barre, un trastorno neurológico autoinmune en el que el sistema inmunitario del cuerpo ataca a una parte del sistema nervioso periférico, la mielina, que es la capa aislante que recubre los nervios. “Ni la morfina me sacaba el dolor. Me dolían mucho las piernas, quería que me las corten”, añadió Trenchi, y reveló que Lotocki nunca apareció durante los meses que estuvo en recuperación.

Pamela Sosa, quien estuvo en pareja con Lotocki durante ocho años, se operó los pechos, glúteos y piernas. Luego de su separación, Sosa asegura que padece diabetes y le aparecieron unos granulomas en todo el cuerpo.

Además, tiene que soportar fuertes dolores: “Ahora estoy medicada para poder soportarlo. Aparece cuando estoy sentada, hago ejercicios o algo muscular. Yo era una mujer sana. Nunca creí que Aníbal podía hacerme mal. Hasta que consulté a la doctora Mónica Militto y me abrió los ojos”.

El metacrilato sería la sustancia tóxica que le colocó Lotocki y la causante de sus problemas de salud. “Tengo por lo menos un kilo de producto. Es imposible sacarlo: se pega a los tejidos. Sé que estos bultos los voy a tener hasta que me muera. Según el Ministerio de Salud, el metacrilato no se puede usar en grandes cantidades, porque puede producir enfermedades autoinmunes”.

Pamela contó que pensó en quitarse la vida cuando estaba junto a Lotocki. “Tuve un intento de suicidio cuando estaba con él. Me quise matar con la insulina: me puse muchísima, me quería ir... No quería vivir más. Bajé las escaleras temblando. Él estaba conmigo en la cama. Y zafé porque empecé a comer dulces. En los últimos tiempos no lo soportaba. Recibía maltrato psicológico. Me hacía sentir un trapo de piso. Me decía que no valía nada si no estaba con él. En mi último cumpleaños que compartimos, en 2014, me levantó la mano. Nunca me había pegado. Discutimos y me dio una palmada. Me puse a llorar. No podía más...”.

El febrero del año pasado Aníbal Lotocki fue condenado a cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo, por lesiones graves, y a cinco de inhabilitación para ejercer su profesión, según un fallco del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) porteño N° 28, luego de las denuncias efectuadas por Silvina Luna y otras pacientes damnificadas por mala praxis.


Lotocki afirma que sus pacientes saben que no es cirujano plástico y deslinda su responsabilidad. “Es cierto que hay una condena, nunca lo he negado, pero la condena no es por las enfermedades que hayan tenido los pacientes, porque no existe daño causal. Hay una interpretación judicial que está en revisión y uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario, ¿no? La condena es por un efecto colateral del producto (metacrilato)”, dijo, en una entrevista con Telenoche.