Diez shows agotados en Argentina, un ritmo maratónico y viajes interminables hicieron mella en Luis Miguel, de quien se dijo llegó a Chile y quedó internado. Pero el cantante finalmente salió a escena a dar su segundo show, aunque visiblemente desmejorado.

“Fue internado de urgencia en la Clínica Dávila, en Chile, a partir de un cuadro de faringitis que no fue tratado debidamente y se agravó luego de su último show. Las informaciones, difundidas por América TV, expresan además que el cantante se inyectó corticoides en la Argentina para continuar con los espectáculos pautados”, aseguraban el martes por la tarde.

 La periodista chilena Cecilia Gutiérrez informó que Luis Miguel tuvo una consulta en un hospital del país ni bien arribó, el sábado 19 de agosto, pero relativizó la gravedad de su cuadro: "Es un estado febril, pero no significa que cancele sus conciertos, solo son los cambios de temperatura".

Luis Miguel cumplió y se presentó, pero hubo quejas. Se veía desanimado, lo que fue calificado como una falta de respeto hacia sus fans. 

 "Estoy acá y no canta nada. Me siento estafada. Lo poco y nada que canta, lo hace con una voz horrible", "es una falta de respeto del artista en salir a cantar en terribles condiciones. Cada concierto que canta es peor que otro mientras no descanse todo seguirá igual. Un completo irresponsable", "Un robo el concierto de Luis Miguel. No canta los coros, baja los tonos de las canciones y no canta ningún fraseo alto. Si el artista no estaba bien de salud deberían haber suspendido el concierto y reagendar", fueron algunos de los comentarios. 

 Antonio Sandoval, editor de espectáculos de Radio Bio Bio de Santiago de Chile mencionó que durante su primera fecha en Chile "se notó el estado de salud de Luis Miguel, no podía cantar, no terminaba sus estrofas y duró menos que en Argentina”.

 Tanta fue la incomodidad del interprete que se vio obligado a acortar el tiempo de su espectáculo casi una hora en comparación con lo que se vivió en Argentina en donde duró poco más de dos horas. 

Luis Miguel tiene programado una cargada agenda en los próximos diez meses, que podrían verse afectados por su estado de salud. Actualmente, y luego de Chile, tiene vendidos shows en Estados Unidos (22 ciudades hasta noviembre), y México (11 ciudades).

 El año que viene, comenzará la gira desde enero hasta julio. El puntapié inicial lo dará el próximo el 20 de enero en República Dominicana. Ese mes también cantará en Puerto Rico, Guatemala y El Salvador. En febrero, se presentará en Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú.

 En marzo llegará a Chile y hará Buenos Aires y Córdoba. Luego, será el turno de Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia. En abril, mayo y junio dará shows por diferentes localidades en Canadá y los Estados Unidos y finalizará su gira el 16 de junio en Greensboro, en Carolina del Norte.