La traición del abogado de Maradona que tiene a todos indignados

Matías Morla registró para explotar económicamente las marcas “Maradona”, “El 10″ y “La Mano de Dios” y todo lo que diga Maradona sin que el futbolista ni la familia supiera.

Actualidad 03/12/2020 redacción WTF redacción WTF
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Quien fuera abogado y presunto aliado de Diego Armando Maradona se convirtió en el hombre más odiado del mundo: cuando aún no acaba la tristeza por la muerte de Diego y el duelo, él fue y registró las marcas relacionadas con el nombre Maradona para explotarlas económicamente.

De acuerdo al Boletín Oficial de la Provincia de Buenos Aires, Morla constituyó en junio de 2015 la empresa Sattvica SA, una palabra en sánscrito para aludir, básicamente, a un ser vivo. Morla fue su presidente, con su domicilio en Puerto Madero. Maximiliano Pomargo, su cuñado, que luego sería secretario de Diego, fue señalado director suplente.

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“La sociedad tiene por objeto dedicarse por cuenta propia y/o de terceros y/o asociada a terceros ya sea en el País o en el extranjero a las siguientes actividades: Adquirir, poseer, solicitar, obtener, comprar, ceder, transferir, licenciar, franquiciar, otorgar licencias de uso, registrar y adquirir marcas, o en cualquier otra forma disponer de marcas, avisos y nombres comerciales, derechos de autor, patentes de invención y procesos, modelos y diseños industriales, modelos de utilidad, know-how, nombres de dominio en internet y demás activos intangibles relacionados con la propiedad intelectual e industrial, así como licencias sobre ellos”, aseguró el BO provincial al declarar su constitución.

De acuerdo a datos del Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual, Sattvica es propietaria de las marcas “El 10″, “Maradona”, “Diegol”, “La Mano de Dios”, “Maradona” y “El Diego”, entre otras rúbricas similares.

También la marca “Diego Armando Maradona”.

Morla es el dueño de los nombres y todas las variantes del nombre más prestigioso y convocante de la historia del fútbol y uno de los nombres clave de la historia del deporte global. Para poner cualquiera de esos nombres en videojuegos, camisetas o lo que sea habrá que pagarle a él.

Hoy a toda su familia -hermanos e hijos- le queda un solo camino: iniciar un largo juicio civil para quitarle al abogado los nombres de los que se apropió.