Descubre qué significan tus sueños

Descubre de qué manera los sueños aparentemente más insignificantes dan pistas importantes sobre el complejo funcionamiento psíquico.

Curiosidades 27/12/2020 S& S&
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En su mayoría, los sueños nos proporcionan información sobre nuestra vida de cada día a través de señales reconocibles, símbolos o diversos juegos de palabras.

Pero de vez en cuando aparecen elementos diferentes en el mundo de los sueños que no son tan fáciles de explicar.

Todos hemos tenido sueños alguna vez, o fragmentos de sueños, que no son imposibles de olvidar. Nos pueden perseguir durante días o incluso años sin que podamos realmente comprender su significado, pero en el fondo sabemos que nos están diciendo algo muy profundo.

Mientras que Sigmund Freud desechó estas misteriosas imágenes tachándolas de “fragmentos arcaicos”, su joven contemporáneo Carl Gustav Jung les dio mucha más importancia. Estos arquetipos de sueños eran la parte fundamental de sus teorías sobre el funcionamiento del inconsciente.

La palabra “arquetipo” está compuesta de “arche”, que significa origen, y “tipo”, que significa copia, lo que sugiere un modelo del que pueden hacerse copias. Para Jung, los arquetipos de los sueños tienen su origen en la profundidad de la psique humana, son los temas básicos que en los sueños se arropan con imágenes arcaicas inspiradas por fuentes independientes de la educación recibida por la persona que sueña. Son distintos del contenido del inconsciente personal, y según parece hacen referencia a una memoria colectiva.

Jung desarrolló esta teoría cuando, como psicoanalista, vio que los pacientes le hablaban de imágenes soñadas que no podían relacionar con nada de lo que hubieran oído o leído nunca. Cuando les hablaba del extraordinario paralelismo entre lo que le contaban y los antiguos mitos y cuentos de hadas, cuentos que ellos no conocían de antemano, la gente se sorprendía, a la vez que se sentía aliviada. Finalmente, sus sueños parecían tener algún significado.

Sueños de acción

¿Cómo se reconoce un arquetipo soñado? En primer lugar, es necesario percatarse de su cualidad esencial. ¿las imágenes son algo que podemos relacionar inmediatamente con nuestra vida cotidiana o nos llevan a un nivel del inconsciente mucho más profundo? Si la respuesta a la segunda pregunta es “si”, es preciso observar más atentamente las imágenes, quizás con la ayuda de un buen diccionario de mitos o símbolos. 

Para saber cómo funcionar los arquetipos en la práctica, comparemos el sueño de alguien que está siendo asfixiado por una enorme araña negra, con el de una hermosa mujer rodeada de frutas y cereales. A primera vista, los dos parecen muy distintos, pero de hecho tienen en común el mismo arquetipo, en este caso, la figura de la madre.

El primer sueño muestra la figura de la madre como una fuerza negativa, una mortal “viuda negra” que reprime la expresión creativa. El segundo sueño tiene un cariz mucho mas positivo. En este caso, la madre está representada por Deméter, la Madre Tierra griega.

La sombra, la parte inconsciente del individuo, es otro de los arquetipos de Jung. Todos tenemos tendencia a temer y reprimir esta parte de nosotros mismos, y sin embargo podemos aprender mucho de ella. 

En los sueños, la sombra puede aparecer en forma de persona de piel negra, alguien vestido con harapos y con la cara sucia, en forma de perro negro o como un perseguidor invisible. Estos encuentros nocturnos pueden ser incómodos o extraños, pero, sea cual fuere su forma, la sombra aparece para que nos percatemos de algo importante sobre nuestro yo inconsciente.

El inconsciente colectivo

Jung creía que estas y otras imágenes arquetípicas eran universales para toda la humanidad; que iban más allá de las fronteras del tiempo y el espacio, y que su origen estaba en la totalidad de las memorias ancestrales que él llamaba “inconsciente colectivo”. De esta manera era posible que una de sus pacientes nacida en Suiza soñara con un gran escarabajo dorado, un insecto desconocido en aquellas tierras, pero muy reverenciado por los antiguos egipcios como símbolo del sol y de la reencarnación, y poder interpretarlo de la forma correspondiente.

Irónicamente, en el momento exacto en que la paciente en cuestión contaba su historia, Jung oyó un ruido en la ventana de su consulta. Al abrirla entró volando un escarabajo muy raro y poco corriente, pariente lejano del escarabajo egipcio.

Coincidencia significativa

Jung luego citó este caso como ejemplo de lo que él llamaba sincronicidad o “coincidencia significativa”. Los temas arquetípicos, tales como la reencarnación pueden manifestarse claramente de forma simultánea en el plano mental y en el físico.

Jung también creía que algunos arquetipos pueden contener mensajes para toda la humanidad en general. Durante los meses precedentes a la I Guerra Mundial, él soñó con ríos de sangre sobre Europa y la muerte de Sigfrido, una figura heroica de la mitología alemana. Tanto si Jung tenía razón como si no, el hecho sigue siendo que el misterioso mundo de los arquetipos soñados nos puede ayudar a entender una parte de nosotros mismos cuya existencia ni siquiera conocíamos.