¿Qué se puede curar con la reflexología?

La reflexología puede usarse para tratar una amplia gama de dolencias y favorecer así la más completa relajación.

Curiosidades 01/02/2021 S& S&
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La reflexología es una técnica curativa global que se apoya en tratar los pies como reflejo de todo el cuerpo. El asma, los problemas cardíacos, la migraña, las afecciones digestivas y las magulladuras serias son algunas de las dolencias que se han curado con este método.

Sin embargo, ningún reflexólogo afirmaría ser un obrador de milagros. Tratar con éxito situaciones que exigen una intervención quirúrgica, enfermedades contagiosas y estados patológicos graves, tales como el cáncer, es algo que está más allá de las posibilidades de la reflexología, aunque ésta puede contribuir a aliviar el dolor.

Curación holística

El enfoque holístico de la curación considera la enfermedad no como una situación estática, localizada en una parte del cuerpo, sino que acepta que los síntomas pueden cambiar a medida que el tratamiento avanza, hasta que se identifica la raíz del problema.

Por lo tanto, ¿qué se debe esperar de una primera visita a un reflexólogo? Antes de empezar el tratamiento, el reflexólogo dedica algún tiempo a comentar el caso en el nivel físico y emocional. Claramente, en este momento es preciso mencionar cualquier lesión o área dolorosa que se relacione con el pie. Éstas pueden tratarse con masajes en las áreas reflejas correspondientes de las manos. 

Como la relajación es esencial, lo mejor es estirarse inclinado en un diván con la cabeza y los hombros algo levantados para mantener contacto con el terapeuta, con las rodillas sobre cojines. Es preciso quitarse todas las pendas de ropa que restrinjan la movilidad. Es posible cubrirse con una manta. El reflexólogo, sentado en el extremo del diván, está entonces preparado para empezar.

La expresión global

Las primeras impresiones son importantes. El reflexólogo mira si existe hinchazón, flojedad en el tono muscular, tensión o sequedad. Las verrugas o lunares pueden ser señal de desequilibrio en diversos sistemas del organismo y, por esta razón, aconseja al paciente que posponga visitar el callista hasta después del primer tratamiento.

Masaje en los pies

Cada pie es tratado individualmente durante un período de 30 a 45 minutos. Aunque las diversas escuelas de reflexología tienen métodos de tratamiento ligeramente distintos y sus mapas de los pies varían en algunos detalles, el tipo de masaje y el procedimiento empleado son ampliamente similares.

Se utilizan ambas manos, actuando una como soporte, mientras la otra da masajes. La técnica más empleada es la de “andar el pulgar”, por la cual el pulgar se mueve suavemente hacia delante en un movimiento fluido, basculando en torno a su articulación. El reflexólogo tiende a empezar con los dedos del pie, avanzando por la planta, mientras da masajes a las zonas relacionadas con los órganos particulares y las estructuras óseas antes de volver a la parte superior del pie, desde los dedos al tobillo. No se utilizan cremas.

El propio masaje es siempre suave. Ocasionalmente se experimenta un dolor agudo, que se relaciona con el órgano que está siendo tratado. Algunos pacientes pueden experimentar unas irresistibles ganas de reír o llorar durante la sesión. Esto no es raro; es sintomático del alivio que experimenta el organismo.

Un tratamiento típico

El terapeuta empieza frotando suavemente los pies, para acostumbrar al paciente a la sensación de manipulación del pie.

El dedo gordo, que representa la cabeza y el cuello y abarca la glándula pituitaria, es normalmente el primer objetivo del pulgar, seguido de los restantes dedos del pie. Todos ellos pueden ser estirados y girados. El drenaje linfático de la parte superior del cuerpo se trata delicadamente, apretando entre los dedos del pie con el pulgar y el índice.

Los pulmones y el tiroides, localizados en la planta del pie, se tratan después individualmente con la técnica de “andar el pulgar”, seguidos del corazón (si se está manipulando el pie izquierdo) o le hígado (pie derecho). La aplicación de presión al punto del plexo solar produce una agradable sensación de relajación. El reflejo del hombro, en la parte superior del exterior del pie, y la columna vertebral, que va hasta arriba del pie desde el talón interno, también son manipulados con la misma técnica.

Los órganos digestivos, incluyendo el esófago, el estómago, el bazo, el páncreas, el intestino delgado y el intestino grueso, van a continuación, seguidos del sistema excretor (los riñones, las glándulas suprarrenales, la uretra y la vejiga).

La mitad superior del pie

El anillo ciático del talón se trata con la técnica de “andar el pulgar” antes de que el reflexólogo pase a la mitad superior del pie. Recibe después masajes el área de los senos, seguida de la del drenaje linfático del área de la pelvis, localizada en torno al tobillo. Esta zona puede resultar dolorosa o estar hinchada durante la menstruación. El masaje con ambos pulgares, moviéndose a partir de cada tobillo hacia arriba y a través del pie, actúa en las trompas de Falopio, mientras que una suave presión bajo el tobillo en el exterior y el interior del pie actúa sobre los ovarios o los testículos, y el útero o la próstata respectivamente.

El tratamiento de reflejos específicos puede intercalarse con la manipulación general diseñada para relajar al paciente. Tomar entre las manos el tobillo o la parte superior del pie y moverlos de lado a lado es una técnica popular, al igual que la torsión espinal. En este caso, ambas manos asen el pie por la parte interna y lo retuercen como si se tratase de escurrir ropa. Para la “compresión de pulmones” o “delicias de la abuela”, se frota suavemente un puño contra la planta del pie. 

La sesión puede concluir con la compresión de los reflejos del plexo solar en ambos pies simultáneamente con los pulgares antes de cubrir los pies con una toalla. Entonces es esencial que el paciente descanse o duerma al menos diez minutos.

Efectos posteriores

Los efectos inmediatos del tratamiento son diversos. Los órganos que han recibido estímulo empiezan a desprenderse de toxinas, induciendo quizá sudor, ganas de orinar, un resfriado o incluso una enfermedad latente. Por otra parte, el paciente puede sentir un aumento de su energía y buen humor. 

La duración del tratamiento depende del reflexólogo y de la gravedad del estado del paciente. Una sesión cada seis meses puede introducirse en la vida de cada cual como un tónico.

Sin embargo, recuerde que el uso de artilugios tales como rodillos o zapatos especiales con protecciones de goma no son recomendable, ya que pueden resultar perjudiciales al estimular excesivamente los reflejos.

¿Por qué no pruebas la reflexología? La próxima vez que tengas dolor de cabeza o te resulte difícil dormir, frótate el dedo gordo, concentrándote especialmente en los reflejos del hombro y el cuello. ¡Te sorprenderás de ver lo rápidamente que desaparece la tensión!

Por otra parte, desde la más remota antigüedad muchos pueblos de Oriente, especialmente en la India y China, han utilizado esta sencilla forma de autoasistencia, la cual ha alcanzado un altísimo grado de difusión. Es hora de que Occidente también la adopte.