Un gol para enmarcar y dos nuevos récords en la que pudo ser la última Copa del Rey para Lionel Messi

¿Es esta la última Copa del Rey que levantará el capitán del Barcelona antes de irse? ¿Es este el último par de gritos en un torneo que no sea la Liga de España, el último en el que sigue con vida el equipo de Ronald Koeman? No existen todavía las respuestas a ninguna de esas preguntas frente a un contrato que terminará en poco más de dos meses. Lo que hay es alegría por ver al argentino en su mejor versión. Si esta es la despedida, bienvenida sea. 

El reloj marcaba 67 minutos cuando Messi tomó la pelota en la mitad de la cancha y, perseguido por un rival que luego se multiplicó en varias marcas más, escapó hacia el arco. En su camino se encontró a Frankie De Jong y jugó una pared rápida, que el neerlandés no solo comprendió sino que repitió para trazar la diagonal perfecta que dejó a Leo de cara al gol. Fiel a su estilo, el rosarino encaró hacia el centro del área y sacó el zurdazo. Gol.

 
Así, Messi se convirtió en el primer jugador en anotar en siete finales diferentes en los 119 años de historia de la Copa del Rey. Pero no fue ese su único récord de la noche.

Cuando cinco minutos después reapareció para cerrar otra gran jugada del Barcelona y ampliar la goleada sobre Athletic de Bilbao a 4-0, Leo logró un doblete histórico. El argentino se transformó en el tercer jugador en marcar dos veces en dos finales (ya lo había conseguido en 2015) y en el primero en conseguirlo en 82 años. ¿Los anteriores? Félix Zubizarreta (con Athletic Club en 1915 y 1916) y Guillermo Campanal (con Sevilla en 1935 y 1939).

Además, esos dos goles le permitieron al rosarino, que fue elegido la figura del partido, llegar a nueve en finales de la Copa del Rey, superando los 8 de Telmo Zarra, con quien compartía hasta este sábado el título de goleador de finales de la Copa del Rey.