El Barcelona llora por la partida de Messi: terminó jugando con Piqué de "9" ante el humilde Granada

El equipo de Koeman extraña más que nunca a La Pulga. En su empate logrado sobre la hora careció de ideas y orilló un récord histórico negativo en su juego por La Liga.

Deportes 21/09/2021 S& S&
piqué
Piqué ingresó en la parte final para jugar como delantero.

La salida de Lionel Messi dejó un tendal que va más allá de las importantes pérdidas económicas para el Barcelona. Hay un punto clave que es el nivel de juego del equipo y carencia de ideas para poder generar peligro en el área rival. El entrenador Ronald Koeman no le encuentra la vuelta al rendimiento del equipo y eso quedó evidenciado en la dura derrota de local contra el Bayern Múnich (0-3) y el empate logrado sobre la hora este lunes 1-1 frente al humilde Granada

La frialdad de los números suelen ser contundentes y más cuando reflejan un dato concreto de cuál fue el principal camino que eligió el Barcelona para intentar abordar al Granada, en un encuentro que en teoría no debió ofrecerle mayores problemas.

La cuenta de Twitter Opta Jose, que se dedica a estadísticas y performances del fútbol mundial, informó que el Barcelona realizó 54 centros al área ante el Granada, la segunda cifra más alta del conjunto blaugrana en un partido de La Liga desde la temporada 2005/2006 (55 vs. el Málaga en noviembre de 2016), aún con Leo Messi.

Otro dato que generó polémica fue que uno de los referentes como Gerard Piqué, que ingresó en el segundo tiempo a falta de 16 minutos, fue casi de centro delantero en la desesperación de Koeman para que su equipo pueda ganar el encuentro. El zaguero de 34 años suele ganar en las áreas y por eso el entrenador neerlandés apostó a un cabezazo salvador, que llegó, pero por medio del defensor Ronald Araújo de forma agónica, a los 90 minutos.

Las formas de juego pueden variar y en ocasiones buscar un tanto de cabeza puede ser un recurso válido, en caso de la defensa rival se cierra de tal forma que es imposible llegar tocando por abajo. Pero abusar de los centros exponen las limitaciones de un equipo o de un sistema que no muestra alternativas de juego.

El rendimiento del Barcelona lo ubican séptimo en la tabla de La Liga con 8 puntos, a 5 del único líder, su clásico rival, el Real Madrid. Los resultados aún no llegaron para los dirigidos por Koeman, que si bien la ausencia de Messi es y será irremplazable, cuenta con jugadores de buen pie en el medio campo como Sergio Busquets y Frenkie de Jong, para poder abastecer a delanteros de la talla de Memphis Depay y Philippe Coutinho.

 
Luego del partido, el DT neerlandés esgrimió las razones de por qué lo puso a Piqué como centrodelantero y la cantidad de centros que utilizó durante todo el partido, donde solo pudieron convertir el solitario tanto de Araujo. “Hemos cambiado y hemos jugado con centros desde las bandas. Hemos puesto energías en marcar. Queríamos más. Pero un punto es mejor que nada. Merecimos el empate. El equipo tuvo entrega. Hay que destacar la ambición del bloque. Y gracias a nuestra gente, que nos animó”, explicó.

Y, molesto, agregó: “Depende también de los jugadores que nos faltan, gente que destaca con acciones individuales. Mira la lista de convocados: hicimos lo que teníamos que hacer. No había futbolistas para el tiki-taka. Hay que jugar con nuestro estilo, pero si el partido quiere un cambio hay que hacerlo. Si hay que centrar por fuera, pues... creo que hemos hecho un buen encuentro. Con un poco más de tiempo, podríamos haber ganado. El sistema básico ha sido 1-4-3-3 en la primera mitad, luego había que modificar por cómo iba y para buscar el empate en función de lo que había en el banquillo. El Barça de hoy en día no es el Barça de hace ocho años. Jugamos a la manera del Barça, pero no tenemos velocidad en banda porque Coutinho va para dentro, Demir no va mucho en profundidad... y es así. Con Ansu y Dembélé es diferente, tienes más profundidad.... y hay que buscar alternativas”.

Vale recordar que esos dos jugadores, al igual que Sergio Agüero y Martin Braithwaite, están lesionados, por lo que el entrenador se ha visto obligado a apostar en muchas ocasiones por futbolistas jóvenes. Por eso, rescató la actitud de sus futbolistas y sostuvo que por lo menos pudieron sumar un punto: “No había espacios para jugar en corto ni por abajo, defendían con muchos atrás. Había espacios en la banda para centrar. Por lo menos, empatamos. Apretamos al contrario. Lástima que hemos perdido dos puntos”. Al ser consultado sobre si los rumores de un posible despido son ciertos o si él tiene en mente marcharse, fue claro: “No voy a hablar más de mi futuro”.

Koeman deberá trabajar mucho para encaminar el horizonte buscando una corrección en el juego y volver a las bases que él mismo conoció cuando fue jugador del Barça, donde se supo convertirse en un emblema con aquel histórico gol de tiro libre en la final de 1992 ante la Sampdoria en Wembley, que le dio la primera Champions League a la entidad catalana.

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