La China y Vicuña pelearon a los gritos por los bienes del divorcio

Aunque Benjamín Vicuña no habla en público de su ex, Eugenia La China Suárez, el proceso de separación está lejos de ser armónico. Vicuña es miembro de una de las familias más ricas de Latinoamérica y reformó una mansión de un millón de dólares con dinero de sus acciones en la empresa que le dio su madre. Isabel Leuco Morandé.

Pasado el WandaGate y la estadía de Suárez en España comenzaron los papeles de divorcio, y la familia trasandina no está contenta con todo lo que se quiere quedar la actriz. 

El mayor conflicto es la mansión que encararon juntos, cuando Suárez le dijo que iba a ser el hogar de ambos. Una vez terminada, ella al parecer la estrenó con Nicolás Furtado, protagonista de "El Marginal". Y en la entrevista con Alejandro Fantino reconoció que no cree en la monogamia.

Vicuña aceptó resignado esto, el affaire de Suárez con Mauro Icardi, que llevaba meses e incluyó el tiempo en el que aún eran pareja; pero no está dispuesto a resignar tanto dinero, sobre todo porque su madre está en permanente contacto con él y le ruega que no pierda lo que consiguió la familia. 

Según dijo la revista Pronto, los actores tuvieron un altercado por el cambio de titularidad de la mansión. Ella vive actualmente en dicha propiedad con sus hijos, Rufina, hija de Nicolás Cabré, y Magnolia y Amancio, hijos de Vicuña. La actriz quiere la custodia completa de los niños y la casa, pese a que tiene otra mansión en un country que Cabré dejó a su nombre.

La revista aseguró que sus abogados y su madre, Leuco Morandé, le recomendaron a Vicuña “conseguir la firma de su expareja para que la casa deje de ser una propiedad de los dos y vuelva a estar solo a su nombre”.

Suárez respondió a este pedido a los gritos y muy alterada. La familia de Chile ha contratado abogados, ya que no estaban casados y el dinero lo puso Vicuña, por lo que el destino de Suárez está abierto.