"Don't Look Up": Meryl Streep desnuda y el pedo de Sting en una tragicomedia que arrasa

La película de Netflix se posiciona primera a nivel mundial con Streep haciendo de presidenta, Di Caprio de científico, Jennifer Lawrence drogada y Cate Blanchett de infarto.

Espectáculos 26/12/2021 redacción WTF redacción WTF
Dont-Look-Up

El premiado cineasta estadounidense Adam McKay estrenó en la plataforma Netflix “No miren arriba”, filme de humor negro que, con Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence en los roles de dos astrónomos de bajo perfil que descubren un asteroide que se dirige a la Tierra, logró convertirse en tendencia en horas.

McKay, reconocido por su trabajo como director en “La gran apuesta” (2015) -que le valió un Oscar a Mejor guion adaptado- y “El vicepresidente: Más allá del poder” (2018), suma un nuevo título a una trayectoria reciente caracterizada por la lente tragicómica con la que elige mirar y desmontar eventos y figuras de la política de su país que orbitan la corrupción, las crisis y la infamia.

DiCaprio y Lawrence, ganadores del Oscar, son el doctor Randall Mindy y su alumna, Kate Dibiansky, quienes durante su trabajo en un observatorio hallan un cometa del tamaño del monte Everest que, según sus cálculos, impactará en el planeta Tierra en sólo seis meses.

Ariana Grande, parte del elenco

Entre la desesperación existencial natural frente a semejante descubrimiento, la historia se dispara con un ritmo frenético mientras la dupla de investigadores, con la compañía del doctor Oglethorpe (Rob Morgan), hacen lo imposible por instalar el tema y darle una oportunidad a la humanidad de prepararse para la catástrofe.

La legendaria Meryl Streep, en el papel de Janie Orlean, la presidenta de los Estados Unidos, quien con su hijo-jefe de Gabinete, Jason (Jonah Hill), conforman una mímica entre burlona y triste de los gobiernos  centrados en ocultar escándalos.

El asunto es trasladado a la pantalla grande por Cate Blanchett y Tyler Perry, transformados en un dúo estereotípico de conductores de The Daily Rip, un programa matutino muy lavado y que busca ponerle una sonrisa hasta a las noticias más terribles, en el que el doctor Mindy y Dibiansky dan su primer paso público en la misión por llamar la atención del público sobre el fatídico asteroide.

La falta de respuestas coherentes y la indiferencia por parte del primer y el cuarto poder consuma su carácter de sinrazón cuando el gobierno estadounidense decide dar marcha atrás con el lanzamiento de una nave -tripulada por un heroico astronauta en forma de sacrificio humano, interpretado por un simpático Ron Perlman- que chocaría contra la amenaza para desviarla de su curso.

En cambio, la nueva propuesta de las autoridades es unirse con Peter Isherwell (Mark Rylance), un multimillionario que recuerda sospechosamente a otros gurús tecnológicos como Jeff Bezos o Elon Musk y que planea volar en pedazos "recuperables" el asteroide para sacarle un rédito económico, tras conocer que está compuesto por codiciados minerales que no abundan en la Tierra.

Con su cínica perspectiva sobre la escasez de seriedad y la banalización que son capaces de producir las redes sociales frente a problemáticas fundamentales para la humanidad, la cinta no se limita a hacer una ácida caricatura del contexto mundial sino que ofrece también un anclaje más humano y sensible en el relato a través del devenir personal de los protagonistas.

Sin apelar al golpe bajo ni a momentos dramáticos típicos del cine catástrofe, "No miren arriba" muestra la importancia de la amistad, la familia y la convicción de pelear, más allá del resultado. Como plus, hay una anécdota del vegano Sting tirándose un pedo y una Merly desnuda, tatuada e impecable a sus 72 años.