Un intruso armado con una ballesta quiso atacar a Isabel II

La reina Isabel II pasó la primera navidad en siete décadas sin Felipe de Edimburgo, para luego enterarse de que un joven armado quiso entrar a Windsor y atacar a toda la familia real, que estaba en el castillo porque tuvo que anular el tradicional viaje a  Sandringham. 

Después de su emotivo discurso navideño, televisado ese mismo día al medio día y donde la reina abrió su corazón como nunca antes lo había hecho ante los telespectadores, confesando su dolor por la muerte de su marido, nadie podía imaginar que horas antes la monarca, su hijo Carlos y su nuera Camilla habían corrido peligro.

Un hombre de 19 años de Southampton y que poseía "una arma peligrosa" fue capturado poco después de las 8:30 de la mañana. No llegó a ingresar a ninguno de los edificios del palacio ya que la actuación policial fue inmediata y logró frenar la violación de seguridad en cuestión de minutos.

Aunque la policía se ha negado a especificar qué tipo de arma portaba este intruso, fuentes consultadas por Daily Mail han asegurado al medio británico que se trataba de una ballesta y que el hombre usó una escalera de cuerda con la que trató de saltar una cerca de metal.

 "El hombre ha sido arrestado bajo sospecha de violación o allanamiento de un sitio protegido y en posesión de una arma peligrosa. Permanece bajo custodia en este momento", aseguró la superintendente de policía de Thames Valley, Rebecca Mears, en el comunicado, agregando que "los miembros de la Familia Real han sido informados sobre el incidente".

No es la primera vez que la seguridad de la reina corre peligro. El pasado 19 de abril, una mujer de 44 años llegó en un taxi hasta la puerta que da acceso a los terrenos privados de Windsor. Afirmó que era la prometida de Andrés y dijo que tenían una cita para almorzar. Los guardias le hicieron señas para que entrara y pasó 20 minutos caminando antes de acceder a la zona, cuando la detuvieron en el vestíbulo. Fue arrestada bajo sospecha de robo y posible mala salud mental.

En julio de 2019, una vez más y contra todo pronóstico, una persona ajena al personal del palacio de Buckingham y a la familia fue capaz de sortear todas las medidas de seguridad y colarse en la residencia de la reina Isabel II para llegar a escasos metros de su dormitorio. un joven de 22 años saltó la valla que hay junto a la entrada, atravesó varias puertas y llegó a situarse a escasos metros de la puerta del dormitorio de la reina. Nadie se explicó entonces cómo este joven pudo pasear durante 4 minutos por Buckingham Palace con total libertad.

  El episodio fue muy similar al ocurrido en 1982, cuando un hombre llamado Michael Fagan irrumpió en palacio, no una sino dos veces, y una de ellas llegó a sentarse a los pies de la cama de la madre de Carlos de Inglaterra. El intruso aseguró en el momento de su detención que llegó a conversar con la reina y que esta le preguntó que qué estaba haciendo allí.

 Se cree que Fagan escaló muros de alambre de púas de 14 pies de altura, luego subió un tubo de drenaje hasta llegar al techo y finalmente entró al palacio a través de una ventana abierta antes de encontrar el camino que le llevó directamente al dormitorio de Su Majestad. "No sé por qué lo hice, algo se me metió en la cabeza", admitió más tarde.

Tras el incidente de esta Navidad, este domingo 26 de diciembre la policía ha aumentado las medidas de seguridad en torno al castillo de Windsor, donde se ha podido ver agentes armados haciendo guardia y un vehículo de vigilancia en los terrenos del castillo.