Ahora el Gobierno australiano investiga si Djokovic mintió en su formulario de viaje para entrar al país

Las autoridades analizan si el tenista serbio falseó información a su entrada a Australia cuando aseguró que no había visitado ningún tercer país las dos semanas previas.

Deportes 11/01/2022 S& S&
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Djokovic aterrizó en Australia el miércoles 5 de enero con una exención médica a la vacuna porque había dado positivo en una PCR el 16 de diciembre. Ese mismo día, asistió a un acto en Belgrado donde recibió un sello con su imagen. Un día después, fue fotografiado en una ceremonia con juveniles del tenis serbio en la que no llevaba mascarilla. El día 18, participó en una sesión de fotos.

Las regulaciones sanitarias de Serbia dictan que una persona debe aislarse en casa durante 14 días si se infecta. Siguiendo la ley de su país, Djokovic, aunque según sus abogados dio negativo en una PCR el 22 de diciembre, tendría que haber terminado la cuarentena en la víspera de Año Nuevo.

 Los primeros días de enero, antes de coger un avión rumbo a Melbourne, el tenista estuvo entrenándose en Marbella. Entonces, ya se rumoreaba sobre si el campeón serbio podría viajar para participar en el Open de Australia porque aún no había confirmado si se había vacunado. Además, no había estado esa semana con el equipo que representó a su país en el ATP Cup de Sídney.

Djokovic dejó su mansión en el complejo de lujo de Sierra Blanca y llegó a Melbourne con una exención médica que le proporcionó el director médico de Tennis Australia y el estado de Victoria. El culebrón que se desencadenó después todo el mundo lo conoce: detenido en el aeropuerto por aterrizar sin estar vacunado, encerrado en un hotel reconvertido en un centro de detención para refugiados, y puesto en libertad después de que un juez revocara la decisión de las autoridades fronterizas de cancelar el visado del tenista porque los agentes no le otorgaron equidad procesal al no darle tiempo suficiente para hablar con sus abogados y demostrar que tenía una exención válida.

Este martes por la mañana, Australia amaneció en vilo por si el ministro de Inmigración, Alex Hawke, ejecutaba su poder excepcional para cancelar nuevamente la visa del tenista o daba la victoria definitiva al serbio en su partido contra el Gobierno australiano, dejándolo participar en el Open. Por ahora no hay noticias sobre la decisión de Hawke. Pero varios medios australianos, como The Age, sí que recogen una nueva investigación de las autoridades porque Djokovic habría mentido en sus formularios de entrada al país.

El tenista declaró que no había salido de su residencia en Belgrado durante los 14 días anteriores a su llegada a Australia el 5 de enero. Marcó esa casilla en la pregunta protocolaria que aparece en todos los formularios de entrada al país del Pacífico. El problema es que no era cierto porque el serbio estuvo en entrenando en Marbella antes de partir a Melbourne.

Aunque el tenista, durante su interrogatorio con los agentes del aeropuerto, dijo que había sido Tennis Australia, el organismo rector del deporte en el país, quien había completado su declaración de viaje. Un error al rellenar un papel al que ahora se pueden agarrar los funcionarios estatales para darle la vuelta a la victoria del tenista tras el veredicto a su favor del lunes.

"A todos los viajeros que llegan a Australia se les pregunta si han viajado o viajarán en los 14 días anteriores a su vuelo a Australia. También se les advierte que dar información falsa o engañosa es una falta grave, y que puede estar sujeto a una sanción civil, con la pena máxima de 12 meses de prisión", detalla el periódico The Age.

El caso Djokovic, tras quedar en libertad y publicar una foto en Twitter entrenando en una pista de Melbourne ("Me siento complacido y agradecido de que el juez revocase la cancelación de mi visado. A pesar de todo lo que ha sucedido, me quiero quedar y tratar de competir", escribió), continuó con una llamada entre la primera ministra serbia, Ana Brnabic, con su homólogo australiano, Scott Morrison, a quien muchos en su país recuerdan sus famosas palabras defendiendo la cancelación de la visa del tenista: "Las reglas son reglas, y nadie está por encima de ellas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras".

Djokovic, pese a no estar vacunado como dictan las reglas, cruzó las fronteras y ahora disputará el Open de Australia a no ser que el ministro de Inmigración diga lo contrario.

La premier serbia telefoneó a Morrison para pedirle, según los medios serbios, que Djokovic sea tratado de "manera justa y que se respeten todos sus derechos". Morrison, para calmar la crisis diplomática abierta con Serbia en los últimos días, accedió a la solicitud de Brnabic, añadiendo además que ambos gobiernos permanecerán estos días en contacto directo.

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