Ellen DeGeneres comienza nueva temporada con graves acusaciones: tóxica y maltratadora

Aseguran que es un "monstruo" con doble personalidad. Cada vez hay más acusaciones de maltrato.

Espectáculos 13/09/2020 redacción WTF redacción WTF
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Ganadora de 61 premios Emmy, Ellen DeGeneres tiene una frase slogan: “Be kind to one another”, seamos amables unos con otros. Está en su programa, un éxito de 17 temporadas ya; está en los productos de su marca. “Es algo maravilloso”, dijo en 2018, en su especial de stand-up para Netflix, Relatable. “Pero tiene una contra: ya nunca más podré hacer algo desagradable. Nunca. Soy la chica ‘seamos amables’”.

Ahora está por comenzar el décimo octavo ciclo de The Ellen DeGeneres Show con una investigación abierta por WarnerMedia sobre las acusaciones de racismo, maltrato y acoso sexual de su personal en “un ambiente tóxico de trabajo”.

Las acusaciones causaron el despido de tres de sus productores principales, Ed Glavin, Kevin Leman y Jonathan Norman y dos pedidos de disculpas “a cualquiera cuyos sentimientos haya herido” de DeGeneres a su equipo: uno por carta y otro por Zoom, a lo largo del mes de agosto.

También crecieron con una denuncia del personal doméstico de su mansión vecina a los duques de Sussex, Brad Pitt y Oprah Winfrey.

“DeGeneres manejaba su casa como un campo de entrenamiento militar: ladraba órdenes, atormentaba a los empleados por errores minúsculos y disfrutaba de despedir a la gente”, dijo al Daily Mail una ex empleada doméstica, cuyo nombre se mantuvo en reserva como el del personal del programa.

Desde una lista diaria con las insatisfacciones del servicio del día anterior hasta cerillas escondidas para ver si encargados de la limpieza eran cuidadosos, la lista de abusos enumerados fue larga. Las personas renunciaban o eran despedidas, según el Mail, a gran velocidad, hartas de “las trampas” o de “ser tratadas como si no fueran nada”. 

Ni sus animales domésticos la querían, subrayó —acaso excesivamente— el artículo: “Los perros adoraban a Portia y le saltaban encima cuando llegaba a la casa. Los animales apenas si se levantaban cuando Ellen entraba”.

Con una audiencia promedio de 2,5 millones de personas (aunque el escándalo parece haber producido una caída del 14%), varios negocios derivados y una fortuna personal de USD 330 millones, DeGeneres despertó un interés obvio. Hasta QAnon —según Wired— echó a rodar otra de sus teorías conspirativas sobre la presentadora: que ella, como Oprah y Tom Hanks eran parte de “una banda global de pedófilos”.

Katy Perry, Kevin Hart, Jay Leno, Ashton Kutcher y Sofía Vergara defendieron a la comediante en las redes sociales; Kerry Washington, Alec Baldwin y Chrissy Teigen la acompañarán en la primera semana de su regreso, desde el lunes 21 de septiembre, y Chris Rock, Amy Schumer, Adam Sandler y Orlando Bloom saldrán al aire con ella durante octubre. Stephen tWitch Boss, el DJ del show, será presentador invitado en varios de los episodios. “No veo la hora de volver al trabajo y volver a nuestro estudio. Y, sí, vamos a hablar de eso”, dijo DeGeneres en un comunicado sobre la temporada 18 del programa que desde 2003 mereció 61 premios Emmy y 171 nominaciones

Las críticas a la presentadora comenzaron en octubre de 2019, cuando la fotografiaron hablando amablemente con George W. Bush, quien durante sus años en la Casa Blanca se opuso al matrimonio entre personas del mismo sexo, en un partido de fútbol americano. “La gente se escandalizó de que alguien que se dice progresista quisiera siquiera darle la hora al ex presidente”, dijo Film Daily, que a continuación reprodujo otras acusaciones, como que se quejó al gerente de un restaurante porque una mesera que la atendió tenía el esmalte de las uñas saltado.

 

Además de los USD 50 millones por año del programa, DeGeneres recibe el 60% de los ingresos publicitarios y tiene una productora, A Very Good Production, con la que ha hecho acuerdos con American Express, Walmart, CoverGirl y JCPenney, entre otras firmas. Un emprendimiento para internet, Ellen Digital Network, le permitió ampliarse a su propia web de videos, EllenTube, y de apps de juegos. Además de pagos suplementarios como los USD 20 millones de Netflix por Relatable, tiene una línea de decoración y otra de ropa, varios libros publicados y un negocio de compra y venta de casas de lujo junto con su esposa.

 

Parte de ese dinero alcanza obras de beneficencia: DeGeneres apoya 31 causas y 51 organizaciones, y para su cumpleaños 60 De Rossi le regaló The Ellen Fund, cuyo fin es recoger recursos para proteger a los gorilas de montaña, que están en peligro de extinción. Cuando 3,3 millones de personas retuitearon su selfie con Jennifer Lawrence, Bradley Cooper, Meryl Streep, Brad Pitt, Angelina Jolie, Kevin Spacey, Jared Leto, Julia Roberts y el hermano de Lupita Nyong’o, durante su exitosa presentación de los Oscar en 2014, Samsung, fabricante del teléfono con que fue tomada, donó USD 3 millones que se repartieron, por decisión de ella, entre el hospital de niños St. Jude y The Humane Society.

Pero según la denuncia de 10 ex empleados en BuzzFeed, “toda esa mierda de ‘seamos amables’ sólo sucede cuando se encienden las cámaras. Es puro show". Y si en el programa, regularmente, se hacen todo tipo de donaciones, es solamente por esa misma razón, agregó. Según el artículo, algunos empleados fueron despedidos luego de tomar licencia médica o por la muerte de un familiar; otra renunció harta de los comentarios racistas en su contra; otros recibieron la orden de nunca hablar con DeGeneres si se la cruzaban.

El 21 de septiembre, cuando comience la temporada 18 de su show, la comediante buscará recuperar la confianza del público. Para hacerlo, según The New Yorker, primero deberá recobrarla entre “los empleados que se arriesgaron a hablar”. La carrera de DeGeneres, escribió Michael Schulman, cambió el mundo para mejor y por eso sería una pena que las acusaciones la descarrilaran. “Pero la mayor pena sería si las acusaciones están justificadas”, concluyó.