Revés judicial para Boris Becker: irá dos años y medio a la cárcel por mentir cuando se declaró en quiebra

El extenista alemán fue encontrado culpable de cuatro delitos cometidos entre el 21 de junio y el 3 de octubre de 2017.

Deportes 29/04/2022 S& S&
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Boris Becker

El legendario extenista alemán Boris Becker (54), ganador de seis torneos del Grand Slam, fue condenado este viernes por un tribunal británico a dos años y medio de cárcel por cuatro delitos financieros relacionados con su quiebra en 2017.

La sentencia se conoce después de que el pasado 8 de abril el jurado del Tribunal de Southwark, en Londres, le hallara culpable de esos delitos, cometidos entre el 21 de junio y el 3 de octubre de 2017.

El jurado consideró probado que el ex número uno del mundo ocultó activos y préstamos por valor de unos 2,5 millones de libras (unos 3 millones de euros) para evitar así pagar sus deudas que ascienden a unos 50 millones de libras (60 millones de euros).

En el momento de su quiebra en junio de 2017, el jugador, que ganó 49 títulos en 16 años de una brillante y tumultuosa carrera deportiva, tenía deudas estimadas en hasta 50 millones de libras (unos 65 millones de dólares al cambio actual).

Fue procesado por 24 cargos de ocultación de bienes, ​pero el jurado del sur de Londres sólo lo declaró culpable de cuatro, que incluyen sustracción de bienes, no revelación de patrimonio y ocultación de una deuda.También fue condenado por no declarar una propiedad en Alemania y por ocultar un préstamo bancario de 825.000 euros y acciones de la empresa tecnológica de inteligencia artificial Breaking Data Corp.

 Boris Becker

La jueza Deborah Taylor lo había dejado en libertad condicional bajo fianza y había fijado para este viernes 29 de abril el anuncio de su condena, que podría haber alcanzado los siete años de cárcel por cada cargo. Antes, el jurado lo absolvió de 20 cargos, que incluían el no haber entregado a sus acreedores nueve trofeos y medallas, entre ellos tres trofeos de Wimbledon, dos trofeos del Abierto de Australia y su medalla de oro de los Juegos Olimpicos de Barcelona 1992.

Becker afirmó durante el juicio que algunos de sus premios habían desaparecido y aseguró que los entregaría si supiese dónde estaban. Tampoco se retuvo en su contra la acusación de no declarar una segunda propiedad en Alemania, así como intereses en un piso de Londres ocupado por su hija Anna Ermakova.

Durante el proceso la fiscalía afirmó que Becker cobró 1,13 millón de euros (1,22 millones de dólares) de la venta de un concesionario de automóviles Mercedes que poseía en Alemania, que ingresó en una cuenta bancaria profesional que utilizaba como su "alcancía" personal con que pagar compras de lujo y gastos de escolarización de sus hijos.

Vestido con una corbata a rayas con los colores morado y verde de Wimbledon, Becker ingresó este viernes al tribunal de la mano de su novia Lilian de Carvalho Monteiro.

Negó todos los cargos y aseguró que cooperó con los fideicomisarios encargados de incautar sus bienes, incluso ofreciendo su anillo de matrimonio, y que actuó bajo consejo de expertos.

Durante la audiencia de sentencia del viernes, la fiscal Rebecca Chalkley dijo que Becker actuó "de manera deliberada y deshonesta'' y que "sigue intentando culpar a los demás''.

Su abogado defensor Jonathan Laidlaw pidió clemencia, asegurando que su cliente no había gastado dinero en un "estilo de vida lujoso'' sino en manutención infantil, alquiler y gastos legales. Becker, dijo a la corte,  sufrí una "humillación pública'' y que no tiene potencial para futuros ingresos.

 Boris Becker

Leyenda
Becker irrumpió en el circuito con solo 17 años en 1985 cuando se convirtió en el campeón individual más joven de Wimbledon, cuyo público lo adoptó rápidamente como su jugador predilecto por su juego dinámico y su entusiasmo juvenil. Su feroz saque le valió el apodo de "Baby Boom Boom" y "Der Bomber".

Un año después, defendió con éxito su título de Wimbledon, derrotando al número uno del mundo, Ivan Lendl, en la final.

En 1989, ganó Wimbledon por tercera vez y se adjudicó su primer título del Abierto de Estados Unidos.

La debacle
Pero tras llegar al número uno del mundo dos años después, inició su declive: propenso a los arrebatos emocionales, perdía con frecuencia partidos que estaban a su alcance y era multado por romper su raqueta, mostrando una personalidad volátil que le dificultó el mantenerse en la cima del tenis.

Levantó su último título de Grand Slam en el Abierto de Australia de 1996 antes de retirarse tres años después.

Después, fue entrenador de Novak Djokovic de 2013 a 2016, ayudando al serbio a quebrar el dominio de Roger Federer y Rafael Nadal.

Pero su vida privada fue turbulenta, con rupturas matrimoniales y un extraño incidente en el que afirmó ser el representante para el deporte, la cultura y los asuntos humanitarios de la República Centroafricana ante la Unión Europea.

En 2002, un tribunal en la ciudad alemana de Múnich ya lo había condenado a una pena en suspenso de dos años de cárcel y a una multa de 300.000 euros (330.000 dólares) por evasión fiscal de unos 1,7 millón de euros.

Captura de pantalla 2022-03-21 a la(s) 16.28.22Por qué Boris Becker arriesga una pena de siete años de cárcel