Rusia necesita vender petróleo, y se está quedando sin opciones

Las nuevas sanciones a Rusia podrían causarle problemas a las arcas del Kremlin que el presidente Putin tanto necesita para financiar la guerra en Ucrania.

Actualidad 09/05/2022 S& S&
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Rusia necesita vender petróleo

Rusia se ha fortalecido durante mucho tiempo del petróleo y de la adicción de Europa al mismo. Ahora, Moscú se enfrenta a un desafío sin precedentes: si el continente prohíbe las importaciones de millones de barriles de crudo, ¿puede encontrar nuevos clientes?

La Unión Europea, antes vacilante, ahora está tomando medidas para detener el flujo de petróleo ruso y productos refinados a la mayoría de los estados miembros este año a medida que se prolonga la guerra de Rusia en Ucrania. Si el bloque acepta un embargo, golpearía el corazón de la economía rusa, que ha seguido obteniendo ganancias de su gran sector energético.

Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y Australia ya prohibieron las importaciones, y Japón dijo que haría lo mismo "en principio" después de una reunión del G7 durante el fin de semana. Junto con un embargo de la UE, eso pondría a cerca de la mitad de la economía mundial fuera del alcance del petróleo ruso.

Moscú no quedaría paralizado de la noche a la mañana. Países como la India continúan comprando cientos de miles de barriles de crudo por día, aprovechando importantes descuentos. Y los ingresos fiscales del Kremlin se han incrementado por el aumento general de los precios de referencia globales provocado por su invasión de Ucrania.

Pero con el tiempo, perder Europa — el destino de más de la mitad de las exportaciones de petróleo de Rusia — supondría un golpe para el Kremlin, al reducir los ingresos del Gobierno a medida que otras duras sanciones cobran un precio cada vez mayor. Tendrá dificultades para encontrar suficientes clientes nuevos para llenar el vacío. La Agencia Internacional de Energía y otros analistas predicen que, como resultado, la producción de petróleo de Rusia caerá drásticamente.

El paquete de sanciones más duro hasta la fecha

El que sería el sexto paquete de sanciones a Rusia, y el más complejo de sacar adelante, sigue sin encontrar consenso ante países como República Checa, Hungría y Eslovaquia, cuyas economías dependen en gran medida del petróleo que importan desde Rusia.

Tampoco Bulgaria, Grecia y Chipre está de acuerdo con los términos ante el efecto que tendrá en su industria y economía.

Por ello han pedido más tiempo para poder cumplir con el objetivo de cerrar el grifo a Rusia y reducir la financiación de la guerra en Ucrania.

El plazo que se calcula desde Bruselas es hasta final de año, aunque se contempla dar a Hungría y Eslovaquia hasta finales de 2024, y a la República Checa hasta finales de junio de ese año, antes de que entre en vigor el embargo petrolero.

El Gobierno húngaro de Viktor Orbán ha advertido de que esta medida devastaría la economía de Hungría, comparando el impacto con una  "bomba nuclear".

El plan también incluye prohibir que los medios de propaganda rusos transmitan en la UE, imponer sanciones individuales a los generales rusos involucrados en la masacre en Bucha y Mariupol y la eliminación de tres bancos, incluido SberBank (el más grande de Rusia) del sistema de pagos SWIFT.

Hasta finales de abril el bloque europeo había importado unos 44.000 millones de euros de combustibles fósiles de Rusia por envíos y oleoductos desde que comenzó la invasión, según el  Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio.

Una de las principales consecuencias de este sexto paquete de sanciones a Rusia será una subida de precios en los carburantes.

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