Charlie Watts, 58 años con los Stone, con la misma mujer, sin drogas y desapegado a la fama

Charlie Watts, batería legendario de los Rolling Stones, era el caballero atípico del rock. Nunca fue preso como sus compañeros, solo bebía cerveza, fue monógamo hasta la muerte y se vestía como un lord.

Además, rechazaba la fama: para él era un trabajo más, aunque en algún momento frenó en seco a Mick Jagger cuando dijo que él era “su” baterista. “En todo caso tú eres mi vocalista”, le lanzó luego de una pelea.

Con Mick Jagger, Ronnie Wood y Keith Richards jamás compartió experiencias con el satanismo ni insomnios, ni desquicie, ni salidas salvajes, ni invitaciones a la mítica mansión Playboy. 

Miembro de una banda que tuvo lo que quiso en materia de drogas y sexo, él se casó en 1964 con Shirley Ann Shepherd, con quien vivió hasta su muerte. Tenían una casa alejada del ruido, en la campiña británica.

Nacido en Wembley el 2 de junio de 1941, conoció en 1963 a Brian Jones, Jagger y Richards. Se sumó de inmediato a los Rolling mientras estudiaba arte en la escuela Harrow y trabajaba en una agencia de publicidad. Tenía su propio grupo, los Blues Incorporated, pero los Stone estaban embobados con ese jazzero de calidad suprema.

Su llegada a sus Satánicas Majestades se produjo en reemplazo de Tony Chapman, apenas seis meses después de que Jones aportara el nombre de la banda, en honor al tema de Muddy Waters.

 Su toque ligero, sentido rítmico singular y sensación impecable, como se escucha en las canciones más emblemáticas de la banda inglesa como ‘Paint It Black’, ‘Gimme Shelter’, ‘Brown Sugar’ y ‘Start Me Up’ lo convirtieron en el motor que impulsaba la música de los Rolling Stones y uno de los bateristas más famosos y respetados de todos los tiempos.

Además de ser baterista, Watts fue un artista gráfico e hizo contribuciones como diseñador para las giras y álbumes del grupo.

Watts es el único miembro del grupo, además de Mick Jagger y Keith Richards, que ha tocado en todos los álbumes de los Rolling Stones. También ha sido parte de todos los shows que han tocado desde que se unió al grupo en enero de 1963.

 Ninguna banda de rock ha mantenido una actividad constante y una popularidad mundial durante tanto tiempo como los Rolling Stones, todavía capaces, más de 50 años después de su formación, de llenar los estadios más grandes del mundo.

 El caballero de la banda se caracterizó por una vida sana, reservada, bastante alejada del desenfreno y los estereotipos del rock and roll más clásico, aunque tuvo ciertas recaídas en el alcohol, las anfetaminas en los 80.

 “Todo el mundo piensa que Mick y Keith son los Rolling Stones. Si Charlie no estuviera haciendo lo que hace con la batería, eso no sería cierto en absoluto. Descubrirías que Charlie Watts son los Stones“, dijo su compañero y amigo Keith Richards en 1979.