Milagroso: Tiger Woods volvió a jugar diez meses después de sufrir un gravísimo accidente

Tiger Woods se volvió al campo para realizar una ronda de rutina en un torneo de golf que agrupa a profesionales y amateurs. Se sintió nervioso, al darse cuenta del largo tiempo que había pasado desde la última vez que jugó frente al público, pero con una certeza que lo hizo sonreír: hace solo diez meses sufrió un gravísimo accidente que lo dejó con múltiples fracturas y estuvo 90 días postrado en una cama, con la única ilusión de volver a caminar.

La pequeña tribuna del campo del Ritz-Carlton Golf Club de Orlando (Florida), donde se disputa el PNC Championship, detrás del tee, estaba llena este viernes. Todos los espectadores se encontraban de pie, y ocupaban cada rincón entre las sogas y a lo largo de 95 yardas por el costado izquierdo hacia el hoyo.

Era otro momento digno de ver en la carrera de Woods, bajo circunstancias muy distintas. Menos de un año después de aquel accidente automovilístico en un suburbio de Los Ángeles, cuando viajaba a casi el doble de la velocidad permitida, Woods estuvo de regreso con su hijo Charlie, de 12 años.

¿Fue el Tiger de siempre? De ningún modo. Aun así, la reaparición fue notable. Ver a Woods jugando al golf contrastó con las escalofriantes imágenes del 23 de febrero, que mostraron su camioneta semidestruida.

"No he hecho demasiados tiros de salida y... De pronto, resulta que hay gente en la tribuna del tee'', dijo Woods. "Fue un día asombroso. Simplemente fue increíble volver a jugar y estar ahí con mi hijo''. "Estoy empezando a volver a intentar jugar de nuevo, así que no tengo la resistencia que me gustaría tener", reconoció. "El swing no es tan potente, todavía no tengo la velocidad. Es lo que es. La pelota no vuela tan lejos", agregó.

Los Woods son la principal atracción en el evento de 36 hoyos que se disputa entre duplas de padre e hijo. Lo mismo ocurrió el año pasado, pero ahora hay una gran diferencia. En 2020, la mayoría quería ver al hijo del astro 15 veces campeón de torneos major. Ahora, todo se centró en el padre.

Está de regreso en un evento familiar, junto a campeones de majors. Recorre el campo en un carrito, aunque lo tiene claro: es una ayuda que no piensa pedir en un eventual regreso a un torneo regular: "Absolutamente no. Yo no soy así y si no puedo jugar a ese nivel, no puedo jugar a ese nivel".

Pero, en definitiva, está jugando al golf. Se le preguntó si le sorprendía haber vuelto tan pronto. "Sí y no'', respondió.

Parecía improbable durante los tres meses que estuvo inmovilizado en una cama de hospital improvisada dentro de su casa. En aquel momento, su misión principal era caminar de nuevo."Trabajamos cada día'', dijo. "Incluso en los días en que no me sentía muy bien, trabajé en algo. No hubo un día de descanso, salvo por esos tres meses en cama''.

El ganador de 82 torneos de PGA, 15 de ellos de Grand Slam, reiteró que se encuentra aún "muy lejos" de pensar en volver a competir con los mejores del circuito: "Todavía tengo un largo camino por recorrer en este proceso de rehabilitación".

Se desconoce qué nivel puede alcanzar el golf de Woods. Por ahora, estuvo feliz de jugar con su hijo, en su primera aparición del año frente a la TV con un palo de golf en las manos.